Who Uses RFID?

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Published: January 14, 2015

El cumplimiento de la higiene de manos ha pasado a ser una especie de competencia en el Hospital Riverside Methodist de OhioHealth, gracias a la instalación de un sistema de identificación por radiofrecuencia que controla qué empleados se lavan las manos y con qué constancia lo hacen, que les permiten ver sus propios resultados frente a los resultados de sus compañeros de trabajo. El sistema, proporcionado por IBM Research, permite que los jefes de enfermería identifiquen si un empleado en particular ha cumplido o no con los requisitos de higiene de manos, lavándose las manos al entrar y al salir de la habitación de un paciente.

David Rutherford, jefe de enfermería de la unidad de cuidados intermedios del hospital, dice que ha publicado una lista con las tasas de lavado de manos del personal de salud, junto con el número de identificación único de la credencial con RFID de cada empleado, lo que permite que los empleados comparen sus propias tasas de cumplimiento con las de sus compañeros. Desde que se implementó el sistema como un proyecto piloto de un año en marzo de 2013, Riverside Methodist —ubicado en Columbus— ha informado una tasa de cumplimiento de, aproximadamente, el 94 por ciento. Eso contrasta con el promedio nacional de solo 50 por ciento.

Un dosificador de desinfectante para manos que muestra una parte de la tecnología de IBM, responsable del seguimiento del uso que le da el personal de OhioHealth

Riverside Methodist instaló la prueba piloto en dos pisos separados, cada uno con habitaciones para pacientes de las que el personal de salud entra y sale constantemente. Un piso está dedicado a la unidad de cuidados intensivos, mientras que el otro está destinado a telemetría médica. Cada piso puede alojar a treinta y tres pacientes.

Según las pautas de The Joint Commission, el personal de salud siempre debería lavarse las manos al entrar a la habitación de un paciente y, nuevamente, al salir de ella. Esto no solo protege a los pacientes de quedar expuestos a bacterias y virus que podrían estar en las manos de los empleados, sino que también protege al empleado de las infecciones contagiosas con las que podría entrar en contacto al tratar a un paciente.

Por lo general, el lavado de manos se realiza en las estaciones que proporcionan jabón desinfectante. Sin embargo, si el personal realmente se lava las manos con la frecuencia que debiera es algo difícil de medir. El objetivo de OhioHealth era instalar un sistema para brindar esa medición dentro de una prueba piloto y luego expandir el uso de la solución si resultaba ser efectivo.

Sergio Bermúdez, de IBM Research

Con la solución, el hospital ha instalado unos cien sensores de RFID inalámbricos, que funcionan a batería, en cada uno de los dos pisos. Específicamente, IBM Research desarrolló e instaló lo que se denomina sensores de tecnología Low-Power Mote (LMT), que están compuestos de lectores de RFID de 433 MHz y de nodos sensores de 2,4 GHz que actúan como transmisores de red. Todas las estaciones de lavado de manos existentes del hospital se conectaron con un sensor y un nodo de RFID, dice Sergio Bermúdez, director de equipo de IBM, la mayoría de ellos, instalados en la entrada de las habitaciones y otros colocados en pasillos o ascensores. Los nodos forman una red en malla en cada piso, que envía la información a una puerta de enlace conectada a una computadora que transmite los datos al servidor de IBM Research.

Aproximadamente 250 empleados recibieron una etiqueta RFID de 433 MHz activa (también de IBM Research) que emite un número de identificación único vinculado a la identidad de esa persona, así como el equipo o el turno en el que trabaja. Al ingresar en la habitación de un paciente, el trabajador de la salud entra en un rango de lectura de 5 metros (16,4 pies) de la estación de lavado de manos, que captura la identificación de la credencial con RFID de esa persona. El software que se encuentra en el servidor de IBM Research espera que el personal se detenga frente a la estación de lavado de manos y accione el dosificador de jabón. Una vez que deja de accionar el dosificador, este informa a su nodo sensor, y esa información se envía al servidor de IBM Research, a través de la red en malla y de la puerta de enlace.

Aunque la credencial puede leerse desde una distancia de cinco metros, las habitaciones son lo suficientemente grandes como para que, una vez que un empleado ingresa para ver a un paciente, la credencial deje de leerse. Cuando el personal comienza a dirigirse nuevamente hacia la puerta, la etiqueta de la credencial vuelve a leerse, el sistema supone que el empleado se retira de la habitación del paciente y que debe lavarse las manos otra vez. Esa acción también se guarda en el software. El software de IBM Research en su servidor alojado rastrea los números de identificación de los empleados, pero no sus nombres. Sin embargo, el hospital conserva un registro de qué empleado está asociado con qué número de serie.

Cuando la tecnología para la prueba piloto se instaló por primera vez, IBM Research entregó al hospital informes semanales o diarios que indicaban la tasa de cumplimiento para cada número de identificación, así como para los grupos en los que trabajaba la persona en cuestión. Sin embargo, el software se ha modificado desde entonces, para que los jefes de enfermería puedan tener acceso a los datos ellos mismos cada quince minutos, lo que les permite vincular un número de identificación con una persona en particular y, por lo tanto, ver cómo se ha desempeñado esa persona durante sus horas de trabajo. “Como jefe de enfermería, quiero poder darle una opinión a un empleado”, dice Rutherford. En lugar de saber los resultados generales de un grupo después de cierto período, él prefiere tener acceso a los datos durante la jornada laboral. “Puedo llevar a alguien a un lado y agradecerle por su alto nivel de cumplimiento”, explica, “o puedo hablar con una persona que no está cumpliendo”.

Como parte de la prueba, este dosificador de desinfectante, colocado en la habitación de un paciente, se ha conectado a un sensor LMT, que está compuesto por un lector de RFID de 433 MHz para identificar al personal del hospital y un nodo de 2,4 GHz que transmite los datos sobre higiene de manos.

Rutherford explica que, cuando comenzó a publicar una lista de los números de identificación y de las tasas de cumplimiento, los empleados se interesaron por ver sus propios resultados y por determinar cómo estaban desempeñándose, en comparación con los resultados de sus compañeros. En consecuencia, aquellos con bajas tasas de cumplimiento han comenzado a mejorar su conducta en cuanto al lavado de manos, con el fin de aumentar sus tasas de desempeño. De hecho, Rutherford observa que también él usa una credencial con RFID y muchas veces revisa sus propias tasas de cumplimiento para determinar cómo lo está haciendo.

En última instancia, observa Rutherford, es imposible atribuir un cambio en la tasa de infecciones a una conducta específica, como la higiene de manos. Sin embargo, dice, la tecnología “aumenta la concientización, lo que también aumenta el cumplimiento”, y eso debería “contribuir a una reducción en las tasas de infecciones”.

El siguiente paso podría ser llevar la implementación de la tecnología de RFID a otros pisos del hospital en 2014. Rutherford dice que aún no hay planes específicos para dicha expansión, por lo que, mientras tanto, el hospital continuará evaluando los resultados del proyecto.

IBM Research ha estado diseñando sistemas de comunicación inalámbricos con sensores durante varios años, explica Bermúdez. Estas soluciones se han instalado en los museos, por ejemplo, para hacer un seguimiento de los niveles de temperatura y humedad en forma inalámbrica.